El tipo de tabaco lo desconozco, sólo sé que un gran amigo de Cuba lo trajo de su viaje más reciente a su tierra. Precisamente con su ayuda es que trataré de cultivarlo y curarlo (el tabaco orgánico que venden por estas tierras tiene un sabor poco menos que horrible: no está curado, viene de la planta al secado, sin pasar por ningún proceso)
Hoy, algunas de esas semillas bajaron a la tierra, con la esperanza de que algunas de ellas se den en este clima queretano. La tierra (sustrato) la compré en el mercado de Tepetate, así que no es algo especial. No tiene químicos ni tampoco humus de lombriz como añadido.
Tiene cerca de 5 cm. de profundidad, donde arrojé algunas semillas en cada contenedor (6 en la imagen) y después, volví a colocar una ligera capa de tierra espolvoreada, para cubrir las microscópicas semillas. La coloqué en un sitio donde serán iluminadas pero no serán directamente afectadas por el rayo del sol.
¿Por qué cultivar el propio tabaco? Aquí una pequeña motivación.
Aunque no le pienso fumar como cigarrillo, sino como tabaco para pipa. Veremos cómo va conforme pase el tiempo.